Con profunda tristeza recibimos la noticia de la muerte de nuestro profesor- Tutor de la promoción 1982 “José Carlos Mariátegui”, ejemplo de telúrica diplomacia , constancia y compromiso, siempre henchido de amistad y sentimientos: Carlos Añaños Angulo.Su vida fue un mosaico pintoresco lleno de pueblo, Una saga que narra las historias de muchas promociones educativas desde la extinta “Cuchi Fiscal” pasando por la “Prevuchi” y el glorioso “Gonzalez Prada”, nuestra Alma Mater.
Pero debo pedir disculpas si dominado por el pesar, he abierto la válvula de la emoción para desahogar mi pena por esta partida inesperada, irreparable y por ende más dolorosa, que me empuja a silenciosas elucubraciones que anclan muchas veces en la imprecación y la blasfemia contra el sino inentendible de la vida , lleno muchas veces, de designios absurdos y dolorosos.
Sé que el Maestro, como Sócrates, el mas sabio y el mas justo de los hombres, no hubiera querido que sus discípulos se entregaran al dolor estéril a la hora de su muerte. Se lo que el Maestro deseaba: que cada uno, siguiendo sus ejemplos, su enseñanza, continuara inclinado sobre el surco en la tarea interminable de hacer grande a la educación; y sobre todo a la "Disciplina" . Ese sello distintivo que asomó como línea transversal y maestra en su dilatada función docente, que ha sido para todos sus alumnos, la madre de todas las victorias en la gran batalla de la vida.
Pero no todo ha de ser llanto en este aciago día. Carlos Añaños deja la herencia de su ejemplo y sus enseñanzas a sus hijos y discípulos – que se cuentan por miles- para alumbrar el devenir. si bien es cierto que no podremos igualar todas sus virtudes; no obstante nos toca el deber de honrar su memoria, tratando de seguir la huella luminosa de su vida y de alcanzar las metas que dejó trazadas a lo largo de su fecunda existencia.
Los alumnos de la Promoción 1982 " José Carlos Mariategui" del Colegio Nacional "Manuel Gonzalez Prada" rendimosle hoy, tributo de admiración y gratitud a nuestro Maestro, Tutor y amigo; y expresamos nuestro sentimiento de pesar a su hija Carmen Añaños Córdova, nuestra condiscípula y entrañable compañera, a su santa esposa e hijos César, Margot, Pelu Carlos, Elita y Gastón.
Su partida -qué duda cabe- deja enorme hueco en nuestras filas huarinas, que bien sabemos, será imposible llenar. En nombre de todos los alumnos de nuetra querida promoción te decimos con la voz mojada en lagrimas, con amor y devoción filiales:
Adiós, Maestro.y Amigo.
