jueves, 30 de agosto de 2012

Kushicushun apreciado Ariobisto


     Cuando uno de los nuestros  avanza por los peldaños de la telúrica  fraternidad  rumbo al corazón de su pueblo y de su gente,  merece el aplauso y la congratulación sincera. Esta pequeña ventana virtual  se conmueve cuando tocan las fibras más sensibles del pueblo que me vio nacer: Cuando escucha un verso, una melodía, una proclama, una confesión sincera  cuyo destino no sea otro que Él. Ariobisto es uno de  aquéllos postillones de los mensajes más sublimes a  nuestro pueblo, a su Santa Patrona, a sus Barrios, al amor y el desamor.

Gracias Ario,  por ofrendar tu vida a nuestra música y apostar tantos años por ella, alentando en cada renglón, en cada estrofa, nuestra causa común como es el  desarrollo de Huari, patria pequeña que en cada melodía se engrandece. Gracias,  por alentar nuestra ocasional bohemia preñada de fraternidad, cuando junto a Javier Solís osábamos desafiar tu memoria generosa recitando poemas de ilustres autores, cantándole y recitándole a la vida, al amor,  a la esquina olvidada, al paraje trascendente, al recodo cómplice y también cantándole a nuestras madres. Recordarás, apreciado Ario, aquél   mayo ya lejano de inicios de los 90 , en noche serena, despejada, con más estrellas que nunca, vísperas del día de la Madre armamos serenata  para ellas, entre otras la inolvidable “Tía Zenobia” tu madre,  bajo los alegres balcones de nuestras  casas solariegas, acompañados de Alfredo Valencia y Hernán Pardave. Recuerdo El "Brindis del Bohemio"  que con sus sentidos versos iluminó la célebre noche huarina, cuando entonces brindamos   "...Por la mujer que nos enseñó de niño lo que vale el cariño exquisito, profundo y verdadero; por la mujer que nos arrulló en sus brazos y que nos dio en pedazos, uno por uno, el corazón entero. ¡Por nuestras  Madres! por las  ancianas que piensan en el mañana como en algo muy dulce y muy deseado, porque sueñan tal vez, que nuestro destino nos  señala el camino por el que volvermos muy  pronto a su lado.."   Y tú, por tu parte, levantando llamaradas de amor filial, ofrendaste hermosos valses, yaravíes y chuscadas a ellas: : Alchi, mi madre; la Tía Graciela, de Alfredo Valencia; Doña Irene, de Hernán Pardavé y por su puesto a tu adorada progenitora Tía zenobia. Cito está anécdota por lo decidor y elocuente, para que quienes repasen este pequeño homenaje sepán que en un tiempo no muy lejano, Huari supo de episodios decentes, de tradiciones arraigadas, como por ejemplo,  las serenatas, ahora no sé si escondidas u olvidadas, que le  restan personalidad y decencia. Lo chabacano y vulgar ha ganado terreno.

     La música, la poesía, el teatro,  parcelas de las más sublimes nos convocó y tú fuiste siempre el primero en llegar a esas citas, llevando en tu equipaje tu reconocida calidad interpretativa. Hoy,  transcurrido el tiempo es menester reconocerte, aprovechando, para el efecto, la presentación de tu XV volumen musical  intitulado “Kushicushun” en nombre de todos quienes han escanciado con placer sorbos agradables de tu música tanto en Huari, el Perú y el mundo, como, por ejemplo,  mis adorados hermanos  Anderson, Miguel, Vladimir y Pilar y , en especial Gino, tu amigo,   residente desde hace dos décadas en Europa, amante y admirador de tu música, que en una oportunidad, como te contaba, tuvo que “destrozar” sendos volúmenes tuyos abrumado por la nostalgia y el recuerdo, aunque se arrepintiera después.

     No puedo dejar de mencionar en este breve reconocimiento a nuestros comunes amigos y parientes:  “Loco” Fernando, Jhovani Huerta,  Humberto Lora Pardavé, Rubén Valencia Lora ,Edwin y Wagner  Avendaño, Carlos Huerta (Millqui),  Otto Aguirre, Javier Solís, Raúl Meléndez “Cuchi Wancho”  en general a los  “Vaporinos”  compañeros en el recorrido de la vida, orillada con su exuberante  fronda, donde en coro bullanguero supimos cantar, en silencios cómplices declamar, en ardorosos partidos pelotear (en especial  con los grandes entre grandes peloteros  Millqui, Wico y Cuchi Wanchu) y en parajes de ensueño amar... y siempre amar . Las musas nuestras y la tuya, indevelables por su puesto, seguirán  floreciendo  en el jardín de nuestros hermosos recuerdos.

     Finalmente,  destacar, además de tu legado musical, a quien  te sigue la posta: Jessica, tu hija,  que con su voz encantadora, se ha ganado un sitial en el corazón de los huarinos. “Adiós blanca palomita…”  “Dile”,  hermosas canciones  que con su dulce voz,  de ropaje romántico y  encantador nos hicieron y hacen suspirar... 

¡¡¡CUSHICUSHUN ARIOBISTO FERRO!!!

martes, 7 de agosto de 2012

¡¡Felices 80 Silvio Abelardo!!


          Silvio Abelardo Huertas Asencios, uno de los escritores más importantes de Huari, está cumpliendo 80 años y permítanme expresarle  mi cálido saludo de amigo y paisano 

           Lo “conocí” a través de “Alba y Valle” su primigenio poemario, cuando niño lo encontré  rebuscando en el baúl de mi señor padre,   alumno suyo en la extinta Escuela Normal y al leer el primer poema mi alma infantil quedó deslumbrado por los versos que aún recuerdo con cariño: “Es el alba… Llora la noche la muerte de sus sombras, y se extingue. Rasga el cielo  sus velos de penumbra”  Leer aquel poemario fue para mí  un auténtico descubrimiento, luego comprendería, que justamente la poesía  tiene esa capacidad,  desnuda el  alma del poeta. “Alba y Valle”   con sus poemas al amor y el desamor, a la madre ausente, al hermano, al amigo, a la patria pequeña,  a la aldea olvidada,  retratan al poeta enamorado de su querencia en el mas amplio sentido de la palabra. Dije,  lo conocí a través de sus poemas mas no personalmente. Años  más tarde me interesé en saludarle y conversar personalmente con él, y fue así que   en el octubre lejano del 85 en instancias que degustaba su rico “Picante de cuy” en una kermés organizada por el aún flamante Pedagógico Público de Huari, me lo presentó mi padre y desde entonces se convirtió en mi amigo y maestro.

          Silvio Abelardo es un intelectual exquisito y versátil: sus poesías, crónicas, canciones y breves ensayos así lo dicen. En sus años de docente ejerció con solvencia el periodismo y la locución, fundó las revistas “La Simiente”,  “Conchucos” y “Luz en los Andes”, en 1962 ganó el concurso de poesía convocado en homenaje a “La Semana de Huari”  con su poema “Canto a mi Tierra”,  ya  en  la década antepasado publicó Killiksha” primera obra cultural en su género , que trasunta y delinea el pensamiento del parnaso intelectual  y cultural  de la provincia de Huari;  ha escrito también  artículos culturales y de  opinión en las revistas más importantes de la región.

        Silvio Abelardo fue y es un gran Maestro, fruto de su impronta pedagógica ha sido merecedor de las “Palmas Magisteriales” distinción que  otorga el Ministerio de Educación  a los más destacados maestros del Perú. Fue maestro de campo que en las escuelitas de su patrio suelo tuvo a muchos niños bajo su cuidado, a quienes les daba saber y amparo, con paciencia y ternura; fue también maestro de maestros en la Escuela Normal de nuestro Huari, donde dejó la huella indeleble de su personalidad altiva y su indiscutible talento. Sirvió a Huari en diferentes parcelas del saber y el arte, sin ser político ha sido  crítico frontal   de las miserias  e incongruencias de las autoridades, sin ambages ni medias tintas ha señalado, muchas veces, las felonías  de los impresentables que a costa del presente y futuro de Huari conspiraron contra su desarrollo y prosperidad. Sin embargo, es el escritor que ensalzó la belleza de su querencia, su riqueza cultural, el talento de sus hijos, sin mezquindades ni el sentido de la oportunidad. Lejos de las poses y miserias de los plumíferos que cual mercancía barata venden su pluma al mejor postor. Probó y  decente que jamás pactó con  los infames que hablan a media voz.

        Felices  80 Silvio Abelardo,  que el Divino Hacedor y  nuestra santa intercesora  la “Virgen del Rosario”  te  colmen de bendiciones  para que sigas proclamando con fe,  devoción y acendrado cariño al terruño: “Vibra mi voz en mil ecos ¡¡Huari!! Leo tu nombre en las auroras del tiempo…” Un saludo también a su inseparable cófrade la tía Dina Zrlaya y  a sus hijos e hija, mis apreciados amigos..


Madrigal

Tierra altiva que fundara Juan Huarín,
dulce nido
que prodiga su calor.
Cuna de historia y tradición hospitalaria,
noble  y leal, así tú eres
bienamada por doquier

Ciudad bella
del Waganku encantador
dama altiva
de elegancia y esplendor.

Todos te admiran
En la fe que tu profesas
con unción a nuestra madre
del Rosario celestial.

Vibremos juntos con amor
Gritemos todos con valor
¡Que viva Huari”
su causa ha de triunfar.

Orgulloso de esa tierra
en que nací,
hoy añoro las delicias
del ayer.

Volver quisiera a contemplar
todo el encanto y fulgor
 que atesora tu ambiente acogedor.

                                                                                                                                       ( Vals de Silvio Abelardo Huertas Asencios)

lunes, 6 de agosto de 2012

“MAMA AQUILITA” en el recuerdo familiar

Aquila Hidalgo Bazán 1927 - 2007
         Ayer, 04 de agosto,  la familia Avendaño  Hidalgo recordó  con cariño a Aquila Hidalgo Bazán  “Mama Aquilita". Esta vez la encargada de homenajear a su inolvidable progenitora fue Margarita Elizabeth “Elichita” con una misa recordatoria  en la Iglesia “San Miguel Arcángel” del Distrito costero del mismo nombre y una alegre reunión en un bonito local, El acontecimiento familiar convocó a las tres vertientes familiares de la entrañable Tía: Los Hidalgo, los Avendaño,  los Bazán  y  además, claro está, contó con la presencia de los amigos más cercanos a la familia.

       La existencia de la  “Mama Aquilita”  estuvo marcada por la generosidad y la filantropía, rasgo destacado y reconocido  por propios y extraños,  justamente ayer sábado , en un momento del acto  protocolar de homenaje y evocación, algunos de los presentes destacaron con sus testimonios su  personalidad generosa más que todo con los indigentes y necesitados. Habló Ariovisto Ferro Márquez, "Pepe" Asencios Avendaño, la tía Alicia Veramendi, Irma Tarazona, Violeta Bazán y sus queridas nietas Gissela Avendaño  y  Rosario Cadenillas. ellas, herederas de la belleza física y espiritual de su inolvidable abuela, dejaron en claro con sus palabras llenas de amor y gratitud,  ser  la proyección amorosa de su  “Mama Aquilita”.

      El patriarca de la familia  don Wenceslao Avendaño Morales,  que a sus 92 años hace gala de buena salud y de una lucidez  excepcional,  discurseó con bastante sabiduría, un homenaje a su inolvidable esposa, destacando la unidad familiar a partir de los valores que ella – su esposa- sembró en sus hijos. Tuvo tiempo también para recordar al tío Max Malqui Reynoso, recientemente fallecido,  y expresarles a su esposa e hijos, presentes en la reunión, su tristeza por el enorme vacío dejado y resaltar con una brevísima reseña sus cualidades de ser humano  emprendedor,   perseverante y exitoso,  hizo hincapié de su generosidad, resaltando para el efecto, su contribución pecuniaria para la construcción del “Albergue” que merecidamente llevará su nombre.

     En el   frontis del elegante recinto se dejaba ver nítidamente la imagen de “Mama Aquilita”  rotulada justamente así, parecía disfrutar con cada una de las intervenciones  y evocaciones, creo que es la instantánea perfecta porque traduce su belleza, su sonrisa, su  alma apacible y destaca la hermosura de sus ojos glaucos,  aquellos que en vida le sirvieron para vislumbrar,  como pocos,  la necesidad de sus semejantes y el dolor  de los desvalidos a quienes les entregaba  lo poco o mucho que tenía disimuladamente porque como ella decía “Lo que da la mano derecha, no debe saber la otra mano” Así fue la entrañable tía,  tan generosa con los necesitados. El rudimento de este rasgo de su personalidad,  se remonta a su infancia cuando -recojo la versión de “Pepe”  Asencios Avendaño – aún niña frente a los apuros de los litigantes que tocaban las puertas de su señor padre Salomón Hidalgo Tarazona en busca de justicia, ella intercedía y obligaba a su padre apoyarlos gratuitamente.

       El Brindis de honor estuvo a cargo de su primogénito  Wagner Avendaño Hidalgo, que emocionado brindó por el recuerdo de su madre y por su legado. "Es a veces difícil reprimir el llanto cuando se recuerda al ser que nos dio la vida"  dijo,  para finalmente agradecer a los presentes e invitar a las ulteriores conmemoraciones. 

         La reunión concluyó con un entretenido baile amenizado por “Tradiciones del Perú”  dirigido por el maestro Eberth Álvarez Salinas  y por los consagrados Víctor Estrada, Nieves Alvarado, “Karito”  Collazos  y Ariobisto Ferro,  quienes interpretaron   valses, chuscadas, chimaychis y pasacalles, algunos de ellos de la predilección de la entrañable ausente, Fue una reunión entretenida que sirvió, además  para armar pequeñas conversas y recordar tiempos idos. En nuestra mesa  coincidimos con amigos y amigas de la misma generación, todos egresados del Pedagógico de Huari: Javier Solís, Violeta Pantoja y esposo Ignacio Collado,  Gladis Sotelo, mi esposa Margot  Pantoja que junto a Ariovisto Ferro y  Edwin Avendaño, nuestro maestro  en el Pedagógico, evocamos con alegría  aquella época de estudiantes y nos animamos a cantar temas de grata recordación como el  hermoso  pasillo ecuatoriano  “Cenizas” de la pluma de Alberto Guillén Navarro, cuyas letras dicen : “Si yo de aquí me alejo no es porque así lo quiero, me lleva el cruel destino sin rumbo a navegar; pero jamás olvides que en un rincón del mundo llora en silencio un hombre su desgraciado amor. Llora mi corazón llora, ay, que triste, porque aquí vas dejando lo más querido; como no has de llorar, tanto ha sufrido, si arrancan a pedazos su pobre vida”

        Quiero en nombre de los Malqui Hidalgo  felicitar  a  “Elichita” por la impecable organización del evento recordatorio  y además  agradecerle por ser la depositaria y la proyección hermosa   de mi añorada tía.  El cariño que le tienes a mi mamá  y tu constante preocupación por ella  y por los  nuestros,  no tienen precio primita. espero haber cumplido decorosamente  tu  encargo de conducir el programa de homenaje. Agradecer, asimismo,   a la “Mama Aquilita” por todo cuanto significó para nosotros, recurro para el efecto a la frase vertida por la tía Violeta Nava: “Muchas veces  Mama Aquilita hizo de segunda madre”  Epitafio perfecto de nuestro reconocimiento familiar.. 

      Finalmente mencionar que el compromiso del  próximo año estará a cargo de Wilbur Avendaño Hidalgo, quien emocionado recibió el encargo familiar e invitó a los presentes acompañarlo.

Gisselita Avendaño: La nieta engreida