sábado, 20 de noviembre de 2010

CRÓNICAS DE SEPTIEMBRE: Un tal "Miguelacho"

El Maestro Alejandro Alegre Valverde, Director del flamante "Programa de Formación Magisterial" (Actual Pedagógico de Huari) , nos comunicó que, la comunidad campesina de Yacya había cursado oficio invitando al equipo de fútbol de nuestra institución a un campeonato relámpago, con motivo de su fiesta patronal en honor a la "Virgen de la Natividad"; de manera que nos alistamos para estar presentes en el estadio "CURKUNPAMPA".

La orden expresa del Director, para participar, y el entusiasmo del reducido grupo de alumnos de la naciente institución (primera promoción), precedieron a los preparativos que nos llevarían a traernos el "Torete" que se ponía en disputa. La aspiración no era descabellada, nuestro equipo no era malo, regularmente conformado por emergentes y promisorias figuras futboleras de Huari de los 80, entre otros, por el excéntrico, carismático y solvente guardavalla Miguel Solís Nava "Puruksa", el talentoso mediocampista Percy Trejo que junto a este modesto servidor conformaban la columna vertebral del equipo, bien complementados eso sí, por Antonio Victorio, Javier Solís, el "Costa Jarusha" Saavedra a quien cariñosamente llamábamos "Mochila", el "Chino" Chambi y por su puesto Miguel Vidal "Miguelacho".

Habíamos entrenado con responsabilidad y optimismo, sin descuidar ningún detalle. La consigna era campeonar sí o sí. Era nuestro debut y estreno como representantes de la nóvel institución de formación docente, entrañaba por lo tanto responsabilidad y compromiso. Demás está decir sobre lo apetecible que resultaba el premio en disputa: "Un hermoso torete de Huarijamasga"

Llegó el día esperado, lo recuerdo como si fuera ayer, un día excepcional, con cielo despejado, el sol primaveral, el aire más condoliente, menos frío de lo habitual, antesala de la estación más hermosa del año, detalles que nos auguraban y anunciaban horas de solaz y fraternal encuentro, y sumado a todo ello el buen humor que inundaba al entrañable grupo.

Partimos de Huari temprano, antes que salga el sol para evitar la fatiga y la inclemencia de los rayos solares. Charlando, bromeando el viaje se hace agradable. El caminito agreste, el canto de los pajarillos, el vaivén de los campesinos, la naturaleza que va cambiando su atuendo , hacen que el cansancio se extinga y la cuesta empinada desaparezca y se disuelva, al calor de las carcajadas y anécdotas propias de estas excursiones inolvidables.

El delegado del equipo anunció que el sorteo ordenaba jugar el primer partido y justamente con el equipo anfitrión. Entusiasmados nos alistamos, el camarín se convirtió en una tertulia de estrategas y entrenadores ¡Todos querían jugar! Aspiración imposible, no todos pueden ser titulares. La voz elocuente de "Puruksa", que fungía de entrenador, invitó a la serenidad y el orden: "Decidiremos en la cancha, hay que salir..." dijo con voz apacible y paternal.

Ya en el césped natural de "Curkunpampa" comenzamos a pelotear, tranquilos y distendidos por la confianza en nuestro potencial individual y colectivo. Como siempre sucede en las comunidades rurales la chiquillada se aglomera en torno a los visitantes; sin embargo, ante nuestra sorpresa, en aquella oportunidad quien concitaba la atención y admiración era un solo jugador,: "Miguelacho", la explicación más razonable era que el porte atlético y la tez caribeña de nuestro compañero resultaban un cabal imán para los niños, pues tenía un biotipo de jugador profesional de fútbol: esbelto, musculatura envidiable, agilidad felina en sus movimientos. No tenía nada que envidiar a los Uribe, Cueto, Cubillas, Oblitas, astros de nuestro balompié de entonces.

Miguelacho", era sin duda, la "estrella" del equipo que infundía temor a nuestros ocasionales contrincantes que, con disimulo seguían sus movimientos, comentando a hurtadillas sus supuestas "excepcionales" condiciones. Dentro del ambiente festivo que se vivía se escuchaban preocupados comentarios de la concurrencia como: "Tsay yanallata cuydayatsun", hasta el entrenador ya le había tendido una celada para neutralizarlo, ordenando a dos cancerberos marcarlo en posta e implacablemente. ¡Pobre Miguelacho! su suerte parecía estar echada.

El referí, ordenó el inicio del encuentro y nuestro jugador-entrenador "Puruksa" tuvo que decidir quien de los equipistas se iría a la banca de suplentes. Sus decisiones eran inapelables. Ante el silencio sepulcral de la "tropa", cual general en el campo de batalla sentenció: "MIGUELACHO a la banca de suplentes". El público quedo absorto por tamaña decisión, sin embargo, aliviado pensando en los intereses y posibilidades de su equipo. los niños no encontraban respuesta; sólo nosotros compañeros y amigos entrañables de nuestro "Miguelacho" teníamos la respuesta: "Las bondades atléticas y su biotipo envidiable no respondían ni a sus calidades ni cualidades futbolísticas, más bien eran el resultado de su acendrada pasión por el fisicoculturismo"

Aquel septiembre andino, tan hermoso y febril, guarda en su intangible anaquel, escrito con tinta indeleble, aquel feliz día, episodio singular de nuestras mocedades que, a pesar del tiempo transcurrido reposa aún vívida, al igual que nuestra amistad inextinguible que se prolongó y engrandeció con los años.

En esta tarde sabatina limeña, veraniega y alegre, he viajado para deleitarme y reencontrarme con viejos amigos, gracias a las generosas alas del recuerdo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

"NADIE ESCOGE EL LUGAR PARA NACER..."


Hoy, en horas de la tarde , en "Jardines de la Paz", cementerio ubicado en el distrito de La Molina, la comunidad huarina despidió a doña Teresa Vera de Herrera. Postrero y triste adiós colmado de sentimientos de afecto y reconocimiento a sus calidades de madre cariñosa y esposa ejemplar, de dama sencilla y noble, de maestra abnegada, de amiga sincera.

Cuando Edward Herrera Nava "Chopo", ofrendaba a su santa madre , sentidas palabras de despedida, intentando infructuosamente mantener la serenidad y luchando contra el dolor indecible, brotó de sus trémulos labios una frase monumental: "NADIE ESCOGE EL LUGAR PARA NACER , SIN EMBARGO, TU ESCOGISTE A HUARI PARA NOSOTROS NACER , GRACIAS HUARI" en explicita valoración a su patria chica y en tácito reconocimiento a la colonia huarina, tan solidaria, tan fraterna como pocas.

Uno de los legados más preciados de nuestros padres, por lo tanto, es la solidaridad frente al dolor de nuestros congéneres, máxime, si ellos son paisanos nuestros. Ese sello que nos distingue y nos hace más humanos -a los huarinos- deberá transitar cómodo a traves del tiempo, y su hilo conductor seguir su dilatado curso en nuestros hijos y en los hijos de ellos, porque tenemos la fortaleza mayor que es EL EJEMPLO.

Las sabias palabras de Edward "Chopo" fueron el colofón de las exequias de su santa progenitora, precedida de sentidas evocaciones de su esposo el prof Toribio Herrera Nava y de su amigos: Rosa Dunia Alcedo, "Papi" Hidalgo, y "Asheque " Cordova Cadillo.

El juicio mío, frente al espíritu solidario del huarino, no es un descubrimiento, ni un gesto presuntuoso, mas bien, es una realidad de la que me siento orgulloso a raudales , y me permite pregonar sin ambages está gran fortaleza que honra y enaltece a mis paisanos huarinos .

Finalemente, mi querido "Chopo", gracias por refrescarnos la memoria y esclarecernos con tus palabras bellas que, es imposible separar lo inmanente : MADRE Y TERRUÑO.