sábado, 25 de julio de 2015

Los que retrataron nuestra Historia


Los que retrataron la Historia  
 "Entre las muchas formas de combatir la nada, una de las mejores es hacer fotografías" Julio Cortazar

       Loor a los  personajes ocultos detrás  de las  imágenes del tiempo, de las más  bellas y oportunas, de las importantes, de las memorables por felices, también, por tristes y trágicas. Loor a su sapiencia y  constancia, a su arte, a su atinado tacto para ubicar el angulo perfecto,  disparar  los flashes y captar la historia, y todo aquello ofrecerlos a la posteridad. La historia, sin ellos,  no tendría ni el fulgor, ni  el color esperados. Tienen la magia de detener el tiempo, la fuerza hercúlea para transportarnos a  lugares  y  tiempos lejanos, auspiciando reencuentros con tiempos idos, con viejos amigos, con  escenarios pretéritos en donde los nuestros y los no nuestros, los que partieron y los presentes aún, construyeron la historia  de  los pueblos. 

         Huari,  acunó a notables fotógrafos, que asumieron este oficio con un  profesionalismo digno de destacar. Además de servir a la colectividad huarina en acontecimientos culturales, deportivos, religiosos y   sociales de feliz y triste recordación,  construyeron también apreciables y cuantiosos archivos de valor incalculable. Ellos son,  Donato Agüero,  Eloy Espinoza, Florencio Ferro, Federico Palacios,   Rene Asencios. que ya partieron a la mansión celestial,  y  Los que aún nos acompañan: Elías Pardavé,  Raúl  Romero y  Primo Agüero.  Estos y aquellos,  son  auténticos patrimonios culturales  de nuestro pueblo,  y sus insoslayables rastros viajan paralelos a los de nuestro amado pueblo desde antes de mediados del siglo pasado. 

     Esta modesta ventana cultural y “Huarilindo, el Portal más importante de la zona de los Conchucos”, expresan su reconocimiento y homenaje a  estos señores de la fotografía, y una manera simbólica de engrandecer nuestro reconocimiento  y  homenaje,  es publicando una foto inédita del “Parque Vigil”  del lente de don Elías Pardavé,  que data de los  años cuarenta  del siglo pasado.  Nos lo entregó  un paisano nuestro, cuyo nombre pidió no revelarlo. Es una foto hermosa, como ven, destacan  la “Capilla de San Francisco”, la  “Alameda pampa saucecito” y las  fachadas de las casonas  de antaño.  A todas ellas,  el viento de los años ya  se las llevó.

      Nuestro más ferviente saludo   a  don Elías Pardavé,  don Raúl  Romero  y don Primo Agüero a manera de  reconocimiento por los servicios prestados a la cultura huarina,  y nuestra invocación a   los entes culturales  para que puedan fijar, también,  su mirada en aquellos personajes cuya huella indeleble trascenderá  generaciones. y qué mejor hacerlo en  vida.  Finalmente,  repetir la gran frase de  Harold Davis respecto a este noble oficio.  “Los fotógrafos hacen fotografías, las cámaras no”  Reconocimiento implícito al ser humano, a  su tino, a su sapiencia, a su arte. 

lunes, 6 de julio de 2015

Chavín: ¿La Roma de los Andes?





(Con John Rick, Walter Alva y Luis Guillermo Lumbreras. Huari-2000) 

“En nuestros días, la historia tiende a la arqueología,
a la descripción intrínseca del monumento”
MICHEL FOUCAULT

       Antes de iniciar el presente artículo, quiero responder la pregunta planteada: ¿Acaso es Chavín la Roma de los Andes?  Creo que no,  así como  tampoco Roma es  "El Chavín de los Alpes" Ese añadido  le resta identidad y además  puede   auspiciar inferencias erróneas como que Chavín  está  abajo de Roma.  Ni siquiera, creo yo, esa comparación es pertinente. Bueno, más allá de esa disquisiciones enojosas, el propósito de los gestores del documental es, sin duda,  totalmente valedero y digno del  mayor encomio. Ahora, con el permiso de ustedes, quiero comenzar está nota de evocación y reconocimiento a un hombre  imprescindible  en los anales de la historia de Chavín:
          :Pocas veces existió tanta adhesión y cohesión entre el hombre y su habitad,  entre el celador y su templo,  que fundiéronse con tanto vigor y prolijidad. El primero, relativamente efímero, el segundo eterno; el primero ya leyenda, el segundo historia. Así podemos presentarlos a Don Marino Gonzáles Trejo  y al “Santuario de Chavín”, si todavía, con osadía y temor,  podemos separarlos corriendo el grave riesgo de equivocarnos y tropezar en las graníticas páginas de estas dos vidas, en alguna medida, paralelas
Don Marino fue discípulo, amigo y aplicado depositario de la sabiduría del gran paladín del autoctonismo Don julio César Tello que, en 1919, descubrió para la humanidad la magnificencia de nuestro santuario como la obra de una raza (la indígena) que vaga proscrita entre las soberbias moles de los andes y es digna de parangonarse con las más avanzadas culturas y civilizaciones del mundo.
Cuando lo conocí, yo era muy pequeño, en instancias de esas visitas de estudio que nuestros maestros de la Ex – prevocacional solían programar, al santuario,  para reforzar las asignaturas de Ciencia Sociales. Aquellas vivencias se avivan  en el rescoldo de mis recuerdos cuando  se pronuncia la palabra CHAVIN, como anoche,  en el  estreno mundial del documental,  “CHAVIN, LA ROMA DE LOS ANDES”,  y  las asocia al  lerdo, viejo y  pesado camión de don Julio Valle que  acostumbraba trasladar a los nóveles excursionistas, y partía, para el efecto,  a las tres de la madrugada,   para llegar a Chavín a las  9:00 am ,  convertido en un hospital lleno de rostros pálidos y famélicos; también a  los exquisitos fiambres que degustábamos  en aquellas inolvidables travesías  y,  principalmente avivan  la imagen de  don Marino Gonzáles Trejo,  nuestro guía favorito: Lleno de  erudición,  desde  el mismo escenario,  libro abierto de nuestra historia, nos transmitía, con paciencia y cariño, los secretos más arcanos que guarda el santuario.   Había que escucharlo para realmente comprender y luego  concluir que, detrás de este hombre de rostro adusto y melancólico,  yacía un remanso donde reposaban las respuestas de tantos dilemas y el por qué de cada punto cardinal, de cada piedra, de cada vértice, de cada sombra, de cada nada y de cada todo.  No sólo era un Guía, además  era un Amauta...
Pocos, como él,  sintieron con tanto amor a   Chavín. Pocos  inculcaron tanta sabiduría e influyeron marcadamente en la mente y el espíritu de las generaciones que visitaron el santuario y escucharon su prédica y, en ella, su adhesión a tan glorioso pasado y portentoso legado, colocando, al santuario, en un punto descollante de la historia de la humanidad.
 Hace ya casi 26 años, estando en Lima, llegó a mis manos una edición de la  Revista “Caretas”  que  anunciaba, en su carátula, un homenaje a  don  Marino Gonzáles,  leí y releí  la significativa crónica  de homenaje  y lo guardé para, cuando visite Chavín, entregárselo como un signo de agradecimiento por  las sendas horas ofrendadas a los niños de mi generación. Fue así que, en julio de 1993, con ocasión de una  vista  a la ciudad de Chavín, le entregué la revista de marras. Me recibió emocionado, según  dijo, no tenía conocimiento de aquella nota. Fue  la última vez que lo vi. Ya con los años encima, su rostro con grietas que dibujaban  caminos laberintosos, su joroba aún más pronunciada y un saco raído, Conversamos breves minutos y me despedí  con la mayor  reverencia.  
Ayer, 05 de Julio,  vía la  “Nathional  Geographic” se ha estrenado,  a nivel mundial,  el documental “CHAVIN, LA ROMA DE LOS ANDES” y que se transmitirá todos los domingos de Julio.  Un viaje a lo más antiguo de la historia de Perú, legado histórico de este sitio arqueológico declarado, por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad . El documental reseña que hace unos 3.200 años los diferentes pueblos que habitaban el actual Perú comenzaron a pasar de una vida nómada a formar los primeros asentamientos y aparecen los centros ceremoniales donde se erigen como gobernantes los herederos de los chamanes: los sacerdotes. También responde  ¿Cómo y por qué fue construido el templo de Chavín de Huántar? ¿De dónde provenían esos conocimientos? ¿Qué significado tiene el laberinto subterráneo de pasadizos que jamás se iluminaron?
De la mano de John Rick, profesor de arqueología de la Universidad de Stanford, y de Luis Lumbreras, uno de los arqueólogos más brillantes de Latinoamérica, el canal tratará de dar respuesta a esas preguntas y desvelar misterios que todavía atesoran los muros pétreos de este misterioso centro ceremonial  Recuerdo,  hace casi 15 años,  John Rick  y Luis Guillermo  Lumbreras, durante un evento de carácter histórico organizado por la comuna huarina , presidida, entonces,  por Edwards Vizcarra  Zorrilla, nos comentó, en un aparte del evento, que se estaba trabajando un proyecto de documental  que plasmaría un Chavín virtual.  Ayer, al observar ya su estreno,  me sentí particularmente afortunado de conocer y charlar con estos dos colosos de la arqueología americana y  que son, además, amigos entrañables de nuestra historia: Jhon Rick  ha adoptado como su nuevo pueblo a Chavín y con obstinación y cariño sigue hojeando, aquel libro abierto, descubriendo sus secretos más arcanos;  y Luis Guillermo lumbreras es, desde muchas décadas atrás, conspicuo estudioso de Chavín. Fue, además,  el gestor de su “Museo de Sitio” cuando presidía el Instituto Nacional de Cultura. Lamentablemente el gobierno de Alan García lo retiró. Ambos son,  junto a Julio César Tello, su discípulo  Marino Gonzales Trejo, y  Antonio Raymondi los que sintieron,  a Chavín, con amor, dedicación y reverencia.    

Abelardo Malqui Hidalgo
Lima, 06 de julio de 2015