sábado, 20 de agosto de 2011

"Huarinos Célebres"

Manuel Lora Camones, (Huari, 1898-1988). Maestro de escuela. Poeta. Folklorista. En 1979 publicó Semblanzas del pasado. Compilación de poemas en prosa y en verso, con profundo sentimiento regionalista y amor al maravilloso jardín enclavado en el corazón del callejón de Conchudos que lo vio nacer.
Hermosa puna en las alturas de la Laguna Huachucocha
 MITZICUY

De la tzuclla solitaria
hecha de piedras y paja,
 donde duerme siempre el pukutay
como venado sobre la helada rashta
se va la india a mitzicur.

Con su putzca putzcando,
su huashqui le sigue,
rapchindo, rapchindo
la verde ogsha.

La cuerda huasquita
de huamanpa chupan y ruirui,
le cuelga al cuello:
 es el símbolo del mitzicuy.

Canta la india, silva la puna,
un romance de cuyacuy,
es la queja por el ausente
que las jircas en alta voz responden:
gampá huagar purejtam
lluitzu saltapallaman,
gampa llaquir  huagajtam
atoj ranyacallaman.

No hay mortal en jallga,
que no sepa este cantar:

Putzca la india la linda millhuita,
mientras su huashqui, cutipa…cutipa
es para poncho del ausente,
es para el jacu de la chinita.

La tarde muriéndose está…
y su huashqui le sigue
lanzando al viento
un tierno váááááá.

El sol se está ocultando
se enluta la tierra,
 un toro como riendo
lanza un fuerte múúúúú…

Retorna la india siempre putzcando,
su shuntu está chichundo;
ha pilludo tanto,
alegre y cantando.

Ha mitzido sus vacas,
jalando su huashqui,
retorna a la tzuclla
a tomar su cashqui.

Llega la noche callada y triste,
 la jallga se queda solita,
todo se viste de sombra
de un manto helado.

A lo lejos como una agonía,
lamenta una quena,
es la canción de la serranía.

Es de noche, todo se confunde;
a lo lejos el tupuc, tupuc, tupuc…
de las viejas abras
el búho rompe el silencio
tucu, tucu, ttototoóó

Un perro pastor
 sobre la vieja tapia
aulla tristemente
aúuu…aúuu…aúuuuu

La puna duerme,
la luna vela,
derramando al mundo
su albura de azucena.

¡Mi alma también está triste,
es como la jallga, es como la quena,
es como la india que canta su pena
en la soledad de la noche callada…

domingo, 7 de agosto de 2011

"Crónica de una visita..."

Almuerzo en la Huerta de la casa de Huari
La madre tierra, la patria pequeña, nos reconforta el espíritu, nos revitaliza el cuerpo y  espanta la tiranía del tiempo, ahí,  las horas pasean  distendidas y sin apuros. Ella,  alberga, en mi caso, lo más preciado: Mis padres  y  junto a ellos al Benjamín de mis hermanos y su familia. La compañía de ellos - mis padres-  le da sentido al retorno. No admito, o mejor dicho no estoy en la capacidad de comprender la felicidad plena del regreso  sin ellos. Mi  terruño y mis padres completan el escenario perfecto del "Retorno". Llegar a mi casa luego de muchos meses de ausencia resultó,  más allá de abrazarme con la tierra que me vio nacer, grato y aleccionador. Es que la vida es lección eterna, el aprender es un ejercicio permanente. Debo reconocer  que algunas tareas no cumplidas, muchas de ellas omitidas, las estoy cumpliendo. Resultará absurdo para muchos que alguien como yo, que vivió la mayor parte de su vida en Huari  y tuvo tiempo de sobra para  cumplirlas, haga  tales afirmaciones. Por ejemplo, pocas veces, al visitar Huari estuve más cerca de ellos. El deporte, la bohemia;  la algazara amical, que también es grata,  lo consumía todo. Ahora las cosas han cambiado. La semana de descanso en el amado terruño resultó placentera. Mi solariega casa, mis padres y hermano, mi esposa e hijo y mi caro amigo Javier Solís , quien al igual que yo viajó con toda su familia,  hicieron  mi estancia gratificante.


Con la familia y amigos en Purhuay
La laguna de Purhuay fue nuestro primer destino, se cumplía una parte de la programación de la Semana Turística. Llegamos en la tarde cuando  Purhuay, en mi opinión, exhibe su más  galana belleza. El cielo azul, los rayos del sol cayendo perpendicularmente, las tímidas olas, el sopor de los arbustos, las aguas transparentes, trascienden paz y por ende el  alma se   regocija. Departimos la tarde en compañía del Maestro Yovany Huerta Jara, Fernando Mejía, y  Ronald Valle quien se desempeña como jefe de la policía de carreteras de la zona de los Conchucos.  Conversamos diversos temas, evocamos años idos y amigos comunes. Fue ocasión para hablar de música y deporte,  al tiempo de contemplar la belleza de la laguna. Hubo tiempo también para estrechar la mano de paisanos, amigos y parientes.  Nos  topamos    con Carmen y Susy Trejo, distendidas y revitalizadas  paseaban, junto a sus hijos, por tan hermoso lugar. La degustación de las comidas típicas  no fue bien organizado, lamentablemente, tengo que decirlo, se notó mucha improvisación  La nota amarga de tan bonito paseo fue constatar el voraz apetito de los taxistas que con sus tarifas desmesuradas hacen de  Huari la ciudad más cara del mundo. Alguien tiene que hacerles entender que estas actitudes espantan el turismo y no coadyuvan en  los legítimos  propósitos  de convertir a Huari en un destino  importante.

Casa Hospedaje Campestre "Sipudieras Amarme"

Con mi primo  Edwin Avendaño Hidalgo, hemos compartido muchas vivencias, con más intensidad en el Pedagógico  de Huari, donde fue mi maestro y  posteriormente mi colega. El deporte, el teatro, la música, la entretenida bohemia nos eslabonó. Cuando alumno,  a mediatos y finales   de los 80,  participamos  en avanzadas culturales y deportivas. Llegamos a Chingas,  Llamellín, San Marcos, Chavín, Huacaybamba y Huaraz.  A éste último llevando teatro y presentándolo en el “Cine Radio” tres funciones por una noble causa: “La Navidad del Niño Huarasino”, especialmente  invitados por la Sra.  Elena Avendaño Morales. De manera que me dio mucho gusto encontrarme con él y pasar una grata tarde en su proyecto que por ahora, espero, lo llama “Sipudieras amarme” ubicado en el bucólico  “Patashgaga” a  poco más de medio Km. de la ciudad.  Realmente quedé impactado. Celebré  y congratulé  su osadía. Por las características del proyecto, que según él está en un 80%, en el futuro se convertirá, sin duda, en un punto turístico. Tiene un área de 2000 m2  y colinda por el Este con Ulia, por el Norte con Huangá. Cuenta con espaciosas habitaciones, una sala de recepción grande  con cuatro ventanas de donde se puede apreciar todo  el esplendor del valle del río “Ucushchupán”, también Huancarpata,  Chancullo,  las mustias sementeras que  en esta época del año exhiben su atuendo dorado y  Cajay que  con su  sinuosa carretera asfaltada despertó mi  sana envidia y desazón de cara a nuestra descuidada ciudad. ¡Me imagino los dulces sueños  arrullados por el manso río y las noches serenas bajo la luna eterna! Cuenta también con un espacio “Agro ecológico demostrativo”, allí destacan los andenes, a la usanza del Tahuantinsuyo, colmados de alfalfa. Me imagino la ardua labor para convertir este lugar pétreo y accidentado en algo lleno de vida. Debajo y al costado de los andenes, junto a la roca madre de Patashgaga,  están los criaderos de cuy y conejo bien acondicionados y distribuidos. Las anécdotas en torno a su construccion, relatadas con el estilo alegre e inconfundible de mí querido primo,  resultaron hilarantes  y
Vista Panorámica desde "Sipudieras"
aleccionadoras  (Javier Solís fue el otro invitado). En la parte baja se han plantado árboles frutales, destacan los manzanos y peras, junto a ellos  existe un espacio, tipo cama, de lombricultura que abastece a los sembríos aledaños, de manera que la producción está garantizada. Me olvidaba mencionar el espacio destinado para las “peleas de gallos” ubicado a la entrada, ha sido necesario para ello  horadar  la roca. En una de las pendientes que funge de lindero con las casitas aledañas  se ubicará la  gruta  del "Corazón de Jesús" prácticamente la naturaleza se encargó de diseñarla.  La silueta accidentada de este promisorio lugar está colmada de tempraneras bugambilias de lindos colores, que en el futuro le añadirán  belleza y decoro.   Finalmente expresar el deseo de Edwin, por si escribiera algo al respecto, mencionar  el nombre de sus adorados hijos: “Miguel Salomón Wenceslao”  y "Liena"  que son para él  la formidable inspiración  y la razón de su vida. También a   la entrañable “Tía Aquila” cuya imagen resalta en el pórtico del recinto dando la bienvenida a los visitantes. Tenía que ser así,  Edwin fue su  hijo  predilecto. Su frase final  vertida con convicción y fe  hacia nosotros, sus ocasionales visitantes:  “El gran desafío de nuestros tiempos, sin duda alguna, es la interacción del hombre con su medio ambiente” fue el suculento epitafio de una tarde que seguramente será inolvidable. Gracias Edwin.



Sombrero de Domingo Angulo de la Quintana
La Casona de la familia Vía Angulo, está en plena restauración, Gracias a la hospitalidad de don Waldo Vía Angulo visité acompañado de mi primo Fausto Bar Espinoza, mi amigo Javier Solís Barrón y mi hermano Michel.   Esta casona emblemática de la ciudad fue  construida, según nuestro atento anfitrión, aproximadamente en el año de 1870  por  sus abuelos  Domingo Angulo de la Quintana  e Isolina Arana de Angulo  Tiene un área de 2140 m2. Es una casona enorme de estilo colonial. Cuenta con  patio y  traspatio espaciosos y empedrados. El ágil y entretenido relato  de don Waldo Vía nos ilustró sobremanera. En lo particular nunca había visitado esta casona, de manera cada información me resultaba  interesante. Entre otras cosas nos relató  que, “El Conjunto Ancashino Atusparia” paseó su arte, por única vez en la historia huarina ,en esta casona, específicamente en la sala principal que, según don Waldo, tiene una acústica especial. Esa parte de la casona está en plena restauración, queda en el segundo piso del segundo bloque. También nos relató que en este solar  vivió en sus años de colegiala la Dra. Luz Áurea Sáenz, ex Contralora General de la República  y ex Decana del Colegio de Abogados de Lima. Nos indicó el lugar y puntualizó lo estudiosa que era. En el patio aún quedan las alfombras persas originales y un par de asuanas, mudos testigos de un tiempo diferente lleno de grandeza. Y como reliquia nos  exhibió un sombrero al estilo del ex presidente norteamericano  “Abraham Lincoln”  “Sombrero Tarro” que le fue enviado a su abuelo materno directamente desde la capital del Reino Unido, Londres, por un amigo. Esta reliquia data de finales del S. XIX. Luego de visitar gran parte de la casona y escuchar atentos las remembranzas nostálgicas de nuestro anfitrión nos dirigimos al  último punto “El escritorio" lugar donde Don Nestor Vía,  su padre,  Maestro de muchas generaciones de nuestro Glorioso González Prada, pasaba largas horas junto a su esposa. En el frontis del recinto destaca  el retrato de sus progenitores  Néstor Vía y Celestina Angulo Arana. Del cofre de los recuerdos familiares extrajo, para mostrárnoslo con gentileza,  el álbum familiar que “Huarilindo” ya comenzó a publicarlo. Hay instantáneas inéditas e ilustrativas, que para las generaciones recientes constituye un archivo de carácter histórico de un tiempo, de una época “diferente”. En algunas de ellas resalta la razón del estudio fotográfico: “Foto Palacios”. Me queda agradecer a don Waldo Vía Angulo, quien es hermano del actual presidente de la “Asociación Centro Representativo Huari” nuestro ilustre paisano  Néstor Vía Angulo, por su hospitalidad. La puesta en vigencia de esta casona es un esfuerzo digno de resaltar y un homenaje a la memoria de sus padres y demás ancestros.

He querido compartir con los amigos y paisanos está  crónica desordenada, que sin embargo,  contiene y explica mi cariño por mi Huari, por su historia, por su gente y fundamentalmente por mis padres, cuyos ojos llorosos de la despedida expresan el más tierno cariño hacia  los suyos. Gracias papá Getulio, Gracias mamá Alcira, Gracias Michelín, Lola, Alessandro, también “Osito” el simpático y  obediente  peluchín, menudo sabueso, engreído del viejo.