domingo, 20 de marzo de 2011

A mi papá con cariño:


¡Salud por los 70!

Cuando un padre llega a los 70 años, habiendo cumplido su misión, el deber de sus hijos es agradecer. Es eso lo que quiero hacer hoy 21 de marzo, día del onomástico de mi querido padre. Agradecerle por acompañarnos en el camino de la vida, estirarnos la mano para poder avanzar, saltar y superar los obstáculos; por enseñarnos, junto a mi madre, a cultivarnos como hijos, como padres de familia y como personas; y habernos heredado un apellido libre de máculas; rebosante , eso sí, de humildad y sencillez.

No quiero hacer de este saludo un panegírico, no es necesario, mi mejor homenaje es mi gratitud y cariño, cariño que se cultivó al paso de los años vividos bajo el regazo familiar que, junto a mi madre, templaron para sus siete hijos. Por eso hoy es preciso enaltecer y ennoblecer tu nombre. Hoy quiero que sepas, querido viejo, que te quiero y siempre te querré; que te respeto ante todas las cosas; que estás presente en todos los actos de mi vida; que te necesité, te necesito y te necesitaré, pues los consejos, deseos y los buenos propósitos para con tus siete hijos, siempre tuvieron de marco descollante los tiernos sonidos de tu nombre y el de mi madre.

Te saludamos, con la esperanza de tenerte muchos años más junto a nosotros. Tu hijo, nuera y nieto.

Abelardo, Margot y Pasculy

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