viernes, 1 de enero de 2010

Reflexiones: "Un año y un mundo nuevos"


El aumento de la desigualdad en el mundo, la extensión del proceso de exclusión social y de miseria funcionan cada vez más como caldo de cultivo para que conflictos que podrían ser resueltos de forma pacífica desemboquen en conflictos violentos, reforzando el clima de guerra que tanto interesa a los que la promueven para lucrar con ella. Y sin embargo, un mundo sin guerras es posible. Posible e indispensable, si la humanidad quiere tener futuro.

Un mundo sin guerras es posible, a condición de la existencia de un organismo internacional con poder y legitimidad para intermediar los conflictos con justicia y equidad, que represente la voluntad mayoritaria de la humanidad de forma democrática. Ese organismo puede ser la ONU, en caso de que sea democratizada, terminando con el poder de veto de potencias imperiales que arrogan el derecho de ser miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

Un mundo sin guerras es posible, si se elimina la industria de armamentos y si sus millonarios recursos fueran transferidos para atender las necesidades básicas de la mayoría de la humanidad, hoy marginada del acceso a lo que el mundo tiene condiciones de producir.

Un mundo sin guerras es posible, si fueran abolidas las deudas externas ilegítimas y eliminados los “paraísos fiscales”, donde son lavadas las suculentas ganancias de la industria bélica -entre otras formas clandestinas-, y se destruyeran las redes de financiamiento de gran parte de los conflictos mundiales, abastecidos por el armamento producido por las mayores potencias económicas del mundo, las mismas que detentan el poder de veto en las Naciones Unidas.

Finalmente, un mundo sin guerras es posible, si el mundo es reconstruido sin potencias hegemónicas, atendiendo a la multiplicidad y diversidad de la humanidad, sin predominio de unas sobre las otras. Un mundo sin guerras será un mundo sin hegemonismos, será un mundo con un poder mundial democratizado, apoyado en procesos de integración regional, que exprese los intereses de la gran mayoría de la humanidad.

Un mundo sin guerras es posible y necesario para que los hombres y las mujeres vivan en paz, en armonía, en condiciones de justicia y de igualdad, para que la humanidad se apropie de su destino y construya un mundo en el cual quepan todos los mundos.
¡¡¡ Feliz Año Nuevo!!!

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