Bienaventurada Virgen Maria del Santísimo Rosario, emblema fulgurante de nuestro pueblo, hermosa sucesión de pétalos rosados y suaves como la luz que se enciende en las alturas en las horas primeras de cada jornada. Recibe este humilde homenaje en tu bendito día. Homenaje que viene acompañado de oraciones que expresan nuestro agradecimiento por las gracias recibidas y fundamentalmente acompañado de nuestra fe inquebrantable que desafía al tiempo y se alimenta de él para crecer y proyectarse más allá de siglos y milenios. De esta fe que nos convoca año tras año sin saber de distancias ni dificultades, sino de alegrías y de adhesión incondicional a tu magna causa maternal que interpreta y encarna nuestra propia existencia de pueblo con historias y leyendas, amasijo de culturas que ha sabido adaptarse muy bien al paso del tiempo sin perder ni un ápice de su religiosidad.
Madre Nuestra: El límpido cielo, las caprichosas cornisas de los andes, los ríos cantarinos, las lagunas encantadas, los caminitos agrestes, las callejuelas estrechas y empinadas, las casas solariegas y la historia preñada de glorias de este pueblo católico a quien amparas, han delineado nuestra identidad en feliz y perfecta armonía con tu hermosa, augusta y sacrosanta imagen.
Divina flor de las flores, corona de las estrellas, lucero claro y hermoso, luna clara y siempre bella; prodiga siempre a nuestro pueblo querido los dones de la paz, y que cada día resucitemos a una vida de más entrega y generosidad, que nuestra fe en cristo impulse nuestro compromiso de luchar por un mundo mejor, más humano, mas justo y más fraterno
Huari y el Perú merecen que trabajemos todos unidos, con un solo corazón. Que construyamos cada día una ciudad y una patria más armónicas. Lo lograremos unidos como hermanos, participando con valentía y entusiasmo, dejando a un lado tanto la apatía y la indiferencia, como el exclusivo interés personal.
Que esta fiesta del pueblo, nacida bajo tu maternal protección de Madre de Cristo Salvador, nos invite a sentir en nuestros corazones el renovado compromiso por el bien común, el anhelo de responder a la excelsa vocación cristiana de ser, por la solidaridad y la lucha por la justicia social, constructora de la paz
Huari, Octubre del 2011
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