sábado, 21 de mayo de 2011

Velada Cultural

LÁGRIMAS  DE OCTUBRE”
(Aporte  a la Etnopsicología)
Hoy 20 de mayo,  en horas de la noche,  en el auditórium de la “Universidad Ricardo Palma” tuvo lugar una interesante Velada Cultural y académica  con motivo de la presentación del libroLÁGRIMAS DE OCTUBRE” Alegría y tristeza de Asheque del Dr. Alberto Córdova Cadillo, nuestro querido paisano. La Mesa de Honor fue presidida por el Rector de la prestigiosa universidad Dr. Iván Rodríguez Chavez y conformada por destacados intelectuales, que desmenuzaron la obra en mención con erudición y sapiencia.

La presentación de la obra estuvo a cargo  de los  Drs. Wilfredo Kapsoli Escudero Ex Director de la escuela de Postgrado de la UNMSM ,  Meneses Rivas, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales  de la UNMSM  y Eusebio Campojó Benites , profesor de la Universidad Ricardo Palma.

En momentos que la provincia de Huari, nuestro amado terruño,  celebra con alegría sus 190 años de creación política, sus hijos,  lejos del lar querido, en especial Asheke,  proclaman con orgullo su pasado   y se adhieren  con  firmeza  a la causa de su progreso frente a los ojos de propios y extraños. Como bien lo señala el Dr. Amancio Chavez Reyes, profesor de Lingüística de  la UNMSM, en las “Apreciaciones Iniciales” de la obra en mención, cuando dice:   “La obra de Alberto Córdova exhibe en sus páginas recuerdos y añoranzas de su pasado e hilvana reclamaciones con mucha pena  e incluso con borbotones de tristeza por la desaparición de los espacios en su Huari querido: Las iglesias, las calles, las casas, el cementerio, etc. Dice que las aguas ya no braman, las construcciones del Coso Taurino, el Coliseo de Gallos  son contrastantes con el modelo arquitectónico andino. Marca de que todo desarrollo y modernización debe estar de acuerdo a criterios que expliquen la usanza tradicional y no la imposición extraña que resulta incompatible, con todo criterio de desarrollo local. El abandono  en que se encuentran los campos de cultivo implica una ciudad sin jardines ni flores; el basural que está  en la afueras de la ciudad da un ambiente nauseabundo de Huari, la falta de concentración de agua queda como amenaza para plantas, animales y personas. Hay un total abandono de la ciudad.

Las narraciones contenidas en el libro, hacen mención de los contrastes construidos  entre lágrimas y alegrías, entre pobreza y riqueza, entre campo y ciudad, entre modernidad y tradición.

Encajan con naturalidad vivencias apasionadas  del autor en octubre último en que se celebra la fiesta de “Mama Huarina”, llora Tántas veces como si todo hubiera ocurrido en apenas unos cuantos días de hospedaje, en El Paraíso. Pareciera haber recorrido para llorar en todas partes, podemos afirmar que todas ellas invitan a reflexionar a todo andino , volver a su propio pasado y hacer las justas críticas a sus autoridades, que han olvidado su individualidad antes de llegar a ser alcaldes  municipales, por ejemplo. En el caso huarino, los alcaldes manejan presupuestos provenientes  del FONCOMUN     y del CANON MINERO,  en este orden está toda la provincia, incluyendo los distritos que tienen a disposición millones de soles y que al parecer utilizan exagerando las sumas que a nadie tienen que rendir cuentas. Esto causa estupor para todo coterráneo que visita sus lugares de origen  en las fiestas patronales”

Interesante apreciación  del Dr. Chavez  en torno a la obra,   que suscribo plenamente,  para nadie es secreto, aunque para muchos es ajena,  la realidad de nuestra provincia, contaminada y enlodada por la corrupción e incompetencia   y con un panorama, de cara al futuro, totalmente incierto y preocupante.

Permítanme reiterar y  puntualizar la importancia de esta nueva producción intelectual de Alberto Córdova Cadillo  que,  no me cabe la menor duda, será de obligatoria lectura para todos quienes hacen suyos los sueños, irredentos aún,  de la tierra que nos vio nacer. Asimismo agradecer al autor en nombre de  Javier Solís Barrón y el mío propio,  por tenernos en cuenta en sus veladas culturales ejercitando el “vano oficio” de la declamación.

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