martes, 28 de diciembre de 2010

FELIZ DIA DE LOS INOCENTES

UNA INOCENTE ANÉCDOTA

Hoy, en el "Día de los Inocentes", muchos recordarán y evocarán las singulares anécdotas que esta fecha les dejó. Una de ellas, que seguramente recuerda con cariño, aunque en su momento le produjo rabia e inquina, debe ser mi querida prima Margarita Avendaño Hidalgo (Elichita). Ella, que en la mañana de 28 de diciembre de 1987, al rayar la aurora, fue sorprendida en su cálido lecho por la furibunda voz de mi hermano Gino, anunciando una supuesta "llamada urgente" de larga distancia en la Cabina Teléfonica Comunitaria, que a decir del voluntarioso e impertinente informante anunciaba algo asi como el envio de un artefacto eléctrico (refrigeradora ) que mi prima debía recoger en una de las agencias de transporte interprovincial.

Huari, En los ochenta sólo contaba con una Cabina Telefónica Comunitaria ubicada en la casa de don Heráclides Miranda , en la calle Libertad.

Elichita, al oír la voz, que se filtraba nítida y traviesa por su amplio ventanal, que daba hacía el Jr. San Martín, voló de los brazos de Morfeo e inmediatamente con su fina pijama rosada, desafiando el frío del ceniciento amanecer, dirigióse a la "Cabina Comunitaria", mientras el anunciante desaparecía raudo, presagiando la reacción de su "inocente" víctima.

A esas horas, las calles se encontraban desiertas, una que otra ama de casa barría su vereda y nada más. Entusiasmada, pensando en su flamante refrigeradora, caminó tan rápido, tanto así que los tacos de sus zapatos , al ritmo acelerado de su raudo caminar, emitían cadenciosos sonidos que fácilmente acompañarían a una contagiante polca criolla. Así de rápido caminaba que, en un dos por trés ganó la cabina de marras. Las puertas del local estaban cerradas. Entonces, indignada e intuyendo haber sido burlada, golpeó la puerta con inusitada fuerza, sin que nadie la respondiera. Iracunda y fuera de sí, se dirigió a la casa de mis padres en busca de mi hermano, al no encontrarlo, la emprendió contra mi mamá, a quien reclamó la insolencia y mala educación de mi hermano, que a esas horas - como entenderán- ya se encontraba a buen recaudo, con la única esperanza que la amargura se desipara pronto por obra y gracia de los "Santos Inocentes". Lamentablemente no fue así, tuvo que pasar tres largos meses proscrito de los alegres dominios de la familia Avendaño Hidalgo, sin asomar ni por desgracia por la Librería, y peor aún por la farmacia "Virgen del Rosario" que por esos años era el habitual lugar de tertulias juveniles y de las comidillas más picantes del pueblo, siempre bajo la alegre y versatil batuta de mi querida prima "Elichita", propietaria de la farmacia.

Finalmente llegó el perdón y el abrazo indulgente que selló y superó el "incidente", pero más no su legado, que con el paso de los años se transformó en inolvidable anécdota, en ameno recuerdo del "Día de los Inoccentes" ; y producto sin fecha de vencimiento de una de las tantas correrías juveniles, que el tiempo nos dejó.

Años más tarde, mi hermano Gino me contó que, en la víspera del simpático incidente, vispera también del "Día de los Inocentes" escuchó una conversación casi secreta de Elichita con una de sus ayudantes sobre la posible llegada de un artefacto eléctrico, hecho que él aprovechó para armar y articular con "premeditación, alevosía y ventaja", aquella celada artera que con el tiempo se fue transformando en recuerdo afectuoso y cariñoso de muy grata e hilarante recordación para sus protagonistas.
Post Scriptum: Este día, para la familia Malqui Hidalgo, es de grátisima recordación. Un día como hoy, hace 32 años, nació el benjamín de la familia a quien le pusieron de nombre Michel. Mi padre eligió ese nombre en honor a Michel Platiní, futbolista francés que brilló en el mundial "Argentina 78". Feliz dia hermanito, tú sabes cuánto te queremos. Dios ilumine tus pasos. Te saludan también Margot y Pasculy

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