martes, 16 de febrero de 2010

C H I N G A S: Don Gilberto Sáenz en mi recuerdo.


Chingas, distrito ubicado en el Callejón de Conchucos, al margen izquierdo del río Puchca y el Marañón, es una de las más bellas planicies de la provincia de Antonio Raymondi por su topografía y su clima envidiables.
Es tambien un pedazo de la llamada "Ucrania Ancashina", donde la exuberancia de las espigas -cuentan los cronistas- hizo exclamar a Santo Toribio de Mogrovejo cuando visitó el lugar: ¡Dios mío el oro cubre el suelo!
Además de los rasgos destacados, este pintoresco paraje es habitad de gente muy hospitalaria. Tuve la fortuna de visitarlo como estudiante y también de docente allá por los 80 y 90 del siglo pasado, dejándome esa experiencia parcelas de recuerdos inolvidables y lecciones de generosidad que lo comento cada vez que la ocasión lo amerita.
Con mucho cariño, en la persona de ese gran señor llamado Gilberto Sáenz, quiero rendir tributo a ese pueblo generoso, que en otrora tiempo nos acogió y abrumó de tanto cariño en los eventos culturales y deportivos. En los primeros, colmando las localidades de su viejo teatro escolar en el que, cada número poético musical o teatral que presentábamos era apadrinado por los notables del pueblo y premiados con sendos sobres pecuniarios; y en las tardes deportivas recibiéndonos con respeto y cariño.
Decía en la persona de Don Gilberto Sáenz por ser el depositario de las cualidades innatas de los chingacinos. Era culto, sencillo y de buen hablar; distinguíase además por su elegancia y empatía que, revelaba con proverbial elocuencia su alma de maestro. Su presencia física y su palabra amiga estuvieron suempre presentes en las ocasiones que me tocó participar de las excursiones o avanzadas de carácter cultural de Huari hacía ese hermoso paraje Raymondino.
Un signo distintivo de su personalidad fue la fraternidad que, seguramente recuerdan los visitantes huarinos de esa época. Este singular anfitrión invitaba a toda la delegación a su casa solariega a departir opíparos almuerzos ofrecidos con inocultable cariño. Su casa grande con hermosos jardines, rodeada de huertos y lozanos maizales, fue casa nuestra en esas ocasiones, ahora que él ya no esta presente físicamente, su alma seguramente pasea distendido por ese edén terrenal llamado Chingas y su poético Vilcabamba de la mano de la "Virgen de las Mercedes" y el "Señor de la Misericordia" patrones del distrito.


Chingas está catalogado actualmente en el segundo lugar a nivel nacional como productor del 'Choclo Urubamba' de exportación. En cuanto al turísmo ofrece la zona de Yarcán donde existen restos arqueológicos como Chulpas, fósiles, ruinas. Además el cerro de Yarcan servía como divisoria y zona estratégica militar de los incas.
Importante hallazgo de la década de los ochenta, en la Laguna de Yanacocha a 4800 m.s.n. del mar, fue el de los restos de un "Milodontino" dinosaurio prehistórico de la era CUATERNARIA, el que fue llevado al Museo de La Nación a pedido de las autoridades de dicha institución para su restauración y exhibición por 4 años, posteriormente estuvo en el Museo de La Universidad Mayor de San Marcos por 3 años. Es el único fósil que por su tamaño y antigúedad asombró a los arqueólogos y estudiosos. En la actualidad se encuentra en el distrito de Chingas a disposición de los turístas y público en general

2 comentarios:

  1. Cuan cierto es lo que comentas, mi estimado Abelardo. Yo también tuve la oportunidad de conocer esa bentida tierra y conocer a su gente acogedora. Estudié en el Colegio "Julio C. Tello", en donde trabajó mi señor padre, y pude experimentar los momentos más gratos de mi adolescencia junto a entrañables amigos como Rommel Flores, Maribel Mariño, su hermano Richard, Uldarico Acuña, el "Chino" Gamarra, Eliana Villaorduña, Olivia Ostos, Carmen Sáenz, el "Negro" Beltrán, Rubén Cerna, Hayda Achic, Enoc Jara, Jesús Pittman, Lila Espinoza, entre otros; asimismo, conocí a grandes maestros como los profesores Sáenz Guardia, Sulpicio Rondón, Dorila Salazar, Rufa Olórtegui, Oswaldo Huerta, Máximo Ostos, Adler Canduelas, Josafat Jara, su esposa la profesora Inés, el profesor Yobeto, el profesor Lucio, el profesor Gorgonio, y por supuesto, a mi padre Alejo Muñoz.
    Un saludo para la gente de esa bendita y hermosa tierra de Chingas.
    Roger Percy Muñoz Guerrero.

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  2. Como chingasino agradecer tan acertados comentarios y a la vez expresar una alegria inmensa de reencontrar un gran amigo Roger. Apesar de los años transcurridos inmediatamente me han venido recuerdos entrañables y cargadas de nostalgia. La cas donde viviamos juntos,los partidos, los paseos, las palomilladas,etc. Un abrazo inmenso para ti y tu familia.

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