domingo, 22 de noviembre de 2009

"LLAQUARI": Potaje de las "Fiestas de Oro"

Una de las tantas satisfacciones que me deparó la vida docente, fue sin lugar a dudas, trabajar en Ampas, pueblito hermoso, lleno de alegría, donde la paz pasea de la mano con sus habitantes. Allí , los rayos del sol, las gotas de rocío en los amaneceres, la lluvia cadenciosa, las cementeras escarchadas con flores silvestres, te abruman de cariño te convidan su paz, en sintesis te hacen sentir feliz, comprometiéndote a devolverle la felicidad en las aulas, con sus hijos.
Trabajé cinco años y viví de cerca sus costumbres, me hice amigo de todos, La música y el deporte me ayudaron en ese propósito. Lo qué viví en el ámbito pedagógico propiamente, no es materia de esta crónica.


El rico "Llaquari" ofrecido por el presidente de equipo de Fútbol Master- residentes en Lima, Ing. Juan Salas Vidal "LLucu" el pasado octubre en la casa de campo de su señor padre, don Jorge Salas Zorrilla, activó los hermosos recuerdos de mi estancia en Ampas y las innumerables veces que degusté este delicioso potaje en las faenas de la trilla del trigo, de la cebada hechas a yegua, No hay nada más alegre en el mundo que ver girar las yeguas, trotando y trotando alrededor de la parva del grano, bajo el grito acucioso de los jinetes. El sol espléndido y el aire era un diamante silvestre que hacia brillar las montañas. "La Trilla es una fiesta de oro", la paja amarilla se acumula en montañas doradas ; todo es actividad y bullicio, sacos que corren y se llenan, mujeres que cocinan con singular cuidado el "Llaquari", caballos que se desbocan, perros que ladran, niños que a cada instante hay que librar. como si fueran frutos de la paja, de las patas de los caballos. Los ampasinos son un pueblo singular, alegres y bonachones. Los hombres despeinados y sin afeitarse , con su "Huashcu" al cinto, permanecían horas enteras ocupados, siempre hablando en broma, salvo cuando se peleaban. Al final de la faena quedaban la era elevada y su montaña de paja donde tranquilamente podría meterse el pueblo entero en su blandura amarilla. Llegaba la noche clara, fría y penetrante, no había lluvia, pero las estrellas parecían recien mojadas por las lluvia.


El Llaquari preparado por don Jorge Salas y su digna familia me hizo recordar esos momentos inolvidables, donde los opiparos almuerzos en las trillas fueron también los protagonistas. Seguramente habrán tenido la misma sensación los demás invitados. Entre potos de chicha, pláticas nostálgicas, abrazos cariñosos, departimos una bonita tarde, el pasado octubre Amigos de simpre, Sanjuaninos que viven en otras latitudes como don Gilberto Agüero, su hija y su yerno; Mi hermano Gino, El Maestro Humberto Lora Pardavé junto a amigos referentes del huarinismo como Otto Aguirre Espinoza, Ariovisto Ferro Marquez, Luís Guzman y su querida esposa la Sra. Delina Mensoza , William Bazán Vidal nuestro amigo de infancia y los otoñales peloteros de nuestra peña deportiva.

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