GATILLINYA

(Ensayo de las pallas en el local de Bocanegra)

GATILLINYA

(Segunda  parte)

      A vísperas de la grandiosa celebración de la fiesta de la “Virgen del Rosario”,  patrona de Huari, por los residentes huarinos en la Capital de la República, resulta necesario recordar, con gratitud,  a las damas huarinas que tuvieron la feliz iniciativa de abrir el alegre proscenio, hace casi 20 años,  para el estreno o reestreno de nuestras  pallas, y justamente lejos del terruño.

     La Sra. Milda Castillo, gentil dama huarina, comprometida plenamente con esta comparsa  desde aquella oportunidad, me trasladó alguna información importante sobre  el particular. Me citó nombres que seguramente la memoria colectiva lo acogió,   acoge  y acogerá a través del tiempo, porque fueron ellas las integrantes del primer elenco en aquel  reestreno de aliento inacabable y  que creció en menos de dos décadas, fructificada por el cariño y la adhesión  de la colonia huarina. Ellas son:

           Pallas

                                 Dina Zelaya de Huertas

                                 Dunia Alcedo de Solís

                                 Milda castillo Egúsquiza

                                 Gladys Espinoza

                                 Beltsy Salas

                                 Zoila Barrón Sparza

                                 Iris Zorrilla Huamán

                                 Chachi Alvarado Huertas

                                 Chony Alvarado Huertas

                                 Nancy Aguilar A.

        Inca:               Jonás Asencios 

       Rucu:              Alberto Córdova Cadillo

      Haciendo historia, entonces diré que, corría el año de 1 994 - 1 995,   a iniciativa de los maestros Silvio Huertas Asencios y Franco Solís Benites,  se  agruparon  y así renacieron las Pallas. Ellas, las mismas, bailaron  por espacio de 7 largos años,  luego dieron paso a las siguientes generaciones. Habían dejado  la simiente que cual semilla de mostaza  fructificó  para el deleite de los huarinos. Loor y gratitud eterna  para aquella  pléyade de “Mishicancas”

     Con la gentileza que le caracteriza, la Sra. Milda Castillo,  me refirió además algunos detalles interesantes para compartirlos  con ustedes, como la innovación del vestuario y la coreografía, hechas en el año 2003,  bajo  iniciativa suya  y de Julia Príncipe Trujillo, claro está,  con el aporte de las demás participantes. Además,  dijo que  el nombre legítimo de la  “Monterilla”  no es tal,  sino   “Peineta”, que no es más que un armazón  de forma circular, artísticamente ornada y  de fino acabado, que nuestra fulgurante comparsa luce año tras año,  en las fiestas patronales, tanto en la tierra madre,  como en Lima.  

      Este  notable elemento  del vestuario,  ha sido perfeccionado justamente por la Sra. Milda, cuenta  ella, que su uso era doloroso,  hasta el extremo, se decía   que cuánto más culpa tenía la pallita,  el dolor era más intenso. Ahora,  con las modificaciones hechas con su arte y creatividad,  resulta más cómodo. Además se ha desterrado  la  antojadiza creencia.

   Finalmente, expresar nuestro reconocimiento, a Milda Castillo,  por su acompañamiento y asesoramiento, sostenido en el tiempo  a las Pallas de Lima. Es, qué duda cabe, la única  procuradora de nuestra comparsa.