( 13 de mayo de 1993, en la foto aparecen entre otros, la esposa del director de Huarilindo y la joven poetisa huarina Yoshi Sotomayor, ambas mis alumnas) |
Con estos tres poemas,
escritos durante su paso por la Escuela “Virgen
de Fátima”, este cóndor nostálgico rinde tribulo a la institución Educativa que le cobijó durante su educación primaria, y posteriormente como docente por largos diez años (1993-2003)
Escuelita
I
Ayer papito me trajo
A
tus aulas calurosas
Para
con juegos y trabajo
Aprenda
muchas cosas
II
Curso
el primer grado
Aún
soy un Benjamín
Me
preparo con agrado
¡Para
ser tu paladín!
III
Tengo
hermanos mayores
Ayer
los conocí
Son
como un jardín de flores
Y
color de carmesí
IV
Hoy
te conozco más
Sé de tus desvelos
A
todos tus niños amas
¡Contentos
quieres verlos!
V
Conocí
a la patrona
Y
su nombre indagué
Es
la Virgen de
Fátima
A
quien veneraré
Escuelita de mi Pueblo
I
Escuelita de mi pueblo
Solar de luces
De cantos y trinos
Y eternas sonrisas.
II
Tu viejo patio
Esgrime orgulloso
Sus huellas vetustas
De rastros andados
III
Hoy en tu día
Te siento
más cerca
Mi canto y un beso
Grafican mi ofrenda
IV
De tu vientre fecundo
Salieron al mundo
A rauda carrera
Tus hijos de siempre
V
Hoy son de la patria
Pilares de acero
Y de nuestro Huari
Bastiones de fe.
VI
Escuela de pueblo
Regazo de amor
De sol y lluvia
Que
exhalas saber.
La despedida
I
Un
día anclé en tu puerto
Portento
de esperanza
Para
aprender en tu seno
La
imagen de la verdad.
II
Hoy
vuelvo al barco de mis ilusiones
A
recorrer el mundo por otros lares
Te
dejo mi infancia, mis cándidos sueños
¡Adiós
escuelita, hasta siempre será!
III
Volveré
en el mañana, a pasear mis recuerdos
En
tus viejas aulas curtidas de fe
Y
en raído patio, sigiloso testigo
Buscaré
los rastros de mi feliz niñez.
IV
Cuando
el tiempo en feliz parto
Convierta
mis sueños en hermosa realidad
Brindaré
contigo en idílica boda
Santuario
fecundo, regazo sin par.
V
En
esta hora, de mustia despedida
Con
reverencia ofrendo mi gratitud
A
mis maestros resignados mensajeros
De
la ciencia, el derecho y el deber.
VI
¡Adiós
aposento de la sabiduría!
¡Adiós
cofradía de la paz!
Un
día volveré a tus pasillos
Tras
mis pasos perdidos a caminar.
Extraídos
el poemario inédito
“Sueños,
montañas y versos”
No hay comentarios:
Publicar un comentario