Cuando
sonó el pitazo final, estando reunidos en familia en casa de mis padres nos abrazamos al borde
de las lágrimas mientras las bombardas estallaban de júbilo en esta gigantesca Lima de luces y sombras y desde el colegio Simón Bolívar, contiguo a nuestra casa, y desde las azoteas del emporio
de cerámicas de Palao se elevaban
inacabables vistosos juegos artificiales
alumbrando y retumbando de emoción anunciaban el advenimiento y bienvenida
a nuestra selección a la elite del balompié mundial. El Perú festejaba con euforia y lágrimas
la proeza y era la TV la
encargada de unir en imágenes singulares
la unión de la patria en un solo sentimiento. Me quedé sentado unos segundos frente al
televisor, mis lágrimas contenidas se desbordaban disimuladamente, contemplaba
a mis padres y recordaba los tiempos
idos allá en nuestra tierra linda en una
sucesión de recuerdos lejanos cuando tuve la fortuna al igual que ayer, cuando
niño y adolescente, de festejar la clasificación a España 82, Argentina 78 y, vagamente,
la de México 70.
Imágenes
que desfilaban por mi recuerdo como un
largometraje inacabable donde me veía rodeado de mis hermanos en la casa grande de
Huari, la noche del lejano sábado lluvioso
del 26 de marzo de 1977 cuando nuestra Bicolor se clasificó al Mundial “Argentina 78”
derrotando a Chile por 2 a 0 con goles
del “Cholo” Sotil y Juan Carlos Oblitas y, luego de aquello. la esplendente
aparición del vals “Contigo Perú” del
gran Polo Campos en honor y gloria de
aquella performance. Me veía
llenando los álbumes mundialistas al
quítame con mi hermano Gino y amigos entrañables de Barrio como el palomilla "Pachín", el indomable "Pullún, el ocurrente y sobrio "Chipín" y los Cárdenas, mis vecinos inolvidables, gritando “dupli, dupli” en las inmediaciones
de la “Librería Avendaño” y del Parque Vigil, trocando
figuritas que me sobraban con amigos de
infancia y adolescencia o buscando porfiadamente las “figuritas estrellas” que, por escazas, dificultaban y retardaban el
llenado del álbum y conseguirlas implicaban una inversión “onerosa” o un golpe de suerte que pocos tenían.
Estos
36 años de ausencia que hoy maravillosamente llegó a su final por obra y gracia
de Gareca y sus “huestes”, a los que tuvimos la fortuna de vivir alguna clasificación mundialista
setentera u ochentera, nos deja
también imágenes y lecciones que, a partir de la recuperación de
recuerdos de acontecimientos relevantes me permiten construir un paralelo entre el
antes y el después de aquel
lindero que simbólicamente está representado por el gol de Guillermo “El tanque” La Rosa a Polonia,
nuestro último gol mundialista: En los
años de nuestro último mundial gobernada don Fernando Belaunde Terry, un hombre
reconocido principalmente por su HONRADEZ, mientras los que vinieron después,
todos, a excepción de Paniagua, embadurnados por el LATROCINIO y la corrupción
generalizada salpicaron aquella desgracia al fútbol con los Delfino y los Burga.
Por aquellos años teníamos a señores
periodistas como Pocho Rospigliosi y Oscar Ardacho. Ambos, motivadores por
excelencia y con el don de
sintonizar con los deseos populares llenaban estadios y convertían el fútbol en un producto delicioso y
estimado por el pueblo; hoy por
hoy tenemos a Phillip Butters con su prédica periodística pesimista, insultante, sesgada, tuerta y
autosuficiente que antepone su ego inflado a la objetividad y la decencia
periodística ; y a los periodistas mermeleros y soportes de Delfino y Burga. En nuestro Huari, universo
importante de nuestra existencia, se
difundía el programa “La Voz del
Deporte” por las “Ondas Amigas de Radio
Municipal” en las voces autorizadas de los maestros Glicerio Trujillo Agüero y
Rubén Valencia Lora; teníamos a don
Florencio Álvarez Márquez como nuestro burgomaestre eficiente, mientras que en
los últimos 20 últimos años para
desgracia nuestra, han campeado la
corrupción y el latrocinio disparando
morteros contra nuestro presente y futuro; además, por
aquellos años, se iniciaba una
pujante liga provincial de fútbol donde los adolescentes y jóvenes
futbolistas de entonces nos “vestíamos” de los Uribe, Cueto,
Barbadillo, Oblitas, Velásquez, inspirados en su calidad extraordinaria. En los
últimos años los modelos a imitar son
los que vende la TV basura y la prensa farandulera; ya ni siquiera en nuestro amado terruño
existe una Liga Distrital de Fútbol ni,
peor aún, un Estadio decoroso a la altura
de nuestra historia (…)
Este “acontecimiento del retorno a una
cita mundial” no tiene parangón, en
términos futboleros, con ningún otro en
los últimos 36 años, y debemos convertirlo en un punto de quiebre que
nos abra las puertas a mejores años y mejor destinos ¿Por qué no? ¿Acaso la salida del bandido de Manuel Burga no auspició este feliz momento? ¿Por qué no
podemos hacer lo mismo con la clase política delincuencial que nos gobierna? ¡Necesitamos
refundar nuestra patria! Refundar nuestro Huari que hoy luce maltrecho, desordenado, caótico y
ausente de autoridad, sin obras de envergadura,
víctima de la incapacidad y la corrupción; un pueblo de las
oportunidades perdidas donde el canon
minero sólo sirvió como esperanza que , en breves años , no tardo en convertirse en pesadilla, decepción y desesperanza.
Bienvenida Majestad, te esperamos por tanto tiempo,
sentados en un sofá, en un banco, en una silla y en un estribo,
y cuando el pesimismo y el desaliento de tu larga ausencia nos arrinconaron
y acostumbraron a la amarga resignación de no abrazarte, has llegado inesperadamente
encontrándonos ya cincuentones, con
nuestros hijos crecidos y la lógica inminencia vital de la llegada de los nietos; y con nuestros padres, cabal bendición de Dios, en el dulce atardecer de sus vidas, gritando y
vitoreando y saltando de emoción por tu
llegada. Gracias nuevamente por, muy a pesar de tu larga ausencia, haber llegado a tiempo para recibirte junto a ellos y abrigar la esperanza de tenerte por mucho tiempo entre nosotros, como, en los años 70 e inicios de los 80 del siglo pasado, donde teníamos la dulce costumbre de compartir contigo nuestros sueños y alentarte y festejarte y amarte como a nadie. ASI SEA.
POSDATA: El único sobreviviente en la "banca" de nuestra selección, es el Dr. Jorge Alva , Jefe del Departamento Medico del FPF, presente en los mundiales de Argentina 78 y España 82 y ahora acompañará a nuestra Bicolor en su periplo por Rusia 2018.¡ Toda una leyenda!
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