"EL MIRADOR DE MAMASHOCO", ahora, adorna nuestra ciudad. Con un diseño arquitectónico moderno e interesante, se convierte en otra alternativa turística de la ciudad. Un punto obligado en el itinerario citadino para propios y extraños. Sin embargo, hay algo que preocupa. Las construcciones aledañas y contiguas. -me temo- pueden arruinar la vista panorámica hacia y desde la ciudad; Hay en la parte baja, ceñida a la circunvalación, una construcción precaria y mal-lograda que lo oculta y ensombrece. Es necesario que la autoridad edil tome cartas en el asunto, sentando jurisprudencia con alguna ordenanza municipal, para resguardar ese espacio de construcciones elevadas que lo oculten y empañen . Y tiene que hacerlo ya, por el inusitado crecimiento urbanístico que registra esa parte faldeada de la ciudad -Bueno, "urbanístico", es un decir como ustedes podrán colegir-
Lineas a parte quiero agregar una pequeña reflexión por todo cuanto nos deslumbra en nuestra tierra. A pesar de todas las grandezas, que hemos visto en otras ciudades y en otros paisajes, para nosotros, pobres, humildes, nuestra ciudad chiquita y muchas veces desventurada y los paisajes que la circundan nos hacen agolpar, a pesar de todo, una extraña sensación en la garganta, nos infunden alegrías que desbordan el corazón. Aunque estamos presos en la cárcel de la mortalidad y la lejanía, el terruño familiar hizo, que inevitablemente seamos acordes o diferentes, a veces disonantes, dentro de una larga y aún inconclusa sinfonía de voluntades y pareceres. pero seguramente con la mismas utopías, los mismos sueños: Ver algún día a nuestro a añorado terruño en la vanguardía de la cultura , la honestidad y la decencia.
Un abrazo
Abelardo
No hay comentarios:
Publicar un comentario